El objetivo del tratamiento es mejorar la zona glútea. Se busca potenciar la propia silueta y la forma del glúteo como aumentar el relleno para darle una forma más redonda y proyectada.

Se realiza una liposucción de la zona de los flancos, las cartucheras, banana roll, cara interna de los muslos o zona abdominal para obtener el injerto graso. Una vez se procesa, decanta y, en ocasiones, se centrifuga, se va a transferir a la zona glútea para potenciar la forma y darle mayor volumen.

Sí, es recomendable realizar el procedimiento bajo anestesia general. En los casos leves o moderados se podría plantear una sedación con anestesia local, pero, por comodidad del paciente solemos recomendar una anestesia general.

Se puede realizar en cualquier época del año en función de las necesidades del paciente.

El requisito fundamental es que el paciente presente una forma del glúteo aplanada o con la cual no está conforme y desee definir la figura y mejorar su silueta. El paciente debe ser consciente de las zonas donde desea obtener la grasa y qué se puede conseguir con la lipotransferencia. Es importante hacer hincapié en la necesidad de una segunda o tercera cirugía en los casos en los cuales se quieran grandes volúmenes de grasa en el glúteo.

Las incisiones que se realizan son de milímetros (generalmente de 4-5 mm). Son cicatrices que pasan desapercibidas y no se ven con el paso del tiempo. Las cánulas que se utilizan para el lipofilling son especiales y suelen ser de un diámetro de unos 2 mm aproximadamente.

El resultado se puede observar desde el primer momento. Si bien es cierto que inicialmente se observará mayor volumen secundario a la propia hinchazón y la inflamación. A partir del tercer al sexto mes una parte de la grasa infiltrada se reabsorberá y será a partir del 6º mes cuando se observen los resultados definitivos. Es a partir de este momento cuando nos podemos plantear una segunda cirugía si se desea aumentar más el volumen glúteo.

Generalmente la paciente podrá realizar una vida relativamente normal a las dos semanas de la intervención. Pudiendo incorporarse a su trabajo si no requiere esfuerzos físicos.

Recomendamos una noche de ingreso hospitalaria. En casos seleccionados se podría realizar de forma ambulatoria. Es fundamental evaluar cada caso para tomar la decisión más adecuada para cada paciente.

Al alta se le darán una serie de recomendaciones médicas para controlar el dolor y un antibiótico. Se recomienda el uso de una faja postoperatoria especial en las zonas donde se ha realizado liposucción y evitar esfuerzos físicos durante las primeras dos semanas. Es importante seguir las indicaciones postoperatorias para valorar masajes de drenaje linfático.