Linfedema

En qué consiste el Linfedema
El linfedema es una alteración del sistema linfático congénita o adquirida que dificulta el drenaje de linfa y, por lo tanto, provoca una acumulación de la misma en los tejidos blandos del cuerpo (generalmente extremidades) con la hinchazón correspondiente. Se puede presentar de varias formas clínicas o estadios evolutivos y afectar a regiones diferentes del cuerpo.
El linfedema puede ser primario (congénito) o secundario (adquirido). El linfedema primario suele ser debido a una alteración en las vías de drenaje del mismo, su función no es la correcta o el número es menor del habitual, y se puede expresar desde la infancia o adolescencia o, incluso, más adelante de manera paulatina. El linfedema secundario suele ser debido a alteraciones en las vías de drenaje linfático adquiridas, bien sean de causa infecciosa, tumoral, traumática, radioterapia (esclerosis de los ganglios linfáticos) u operaciones quirúrgicas. Dentro de las operaciones quirúrgicas cualquier extirpación de ganglios a nivel axilar, pelvis-ingle o cuello puede favorecer la interrupción de las vías linfáticas con el acúmulo de linfa.
A nivel clínico el linfedema se puede presentar de varias formas y afectar a varias regiones del cuerpo. Las formas de presentación más habituales suelen ser la piel más tensa o turgente blanquecina, edema blando que deja fóvea al tacto, aumento de volumen paulatino con sensación de pesadez, alteraciones en la piel y en la circulación sanguínea, asimetrías con respecto a la otra parte del cuerpo o alteraciones en la movilidad en los casos más graves.
El tratamiento requiere una valoración conjunta de varios equipos médicos. Se debe empezar por una buena rehabilitación hasta plantearse realizar las cirugías del linfedema en los casos indicados. Con los tratamientos adecuados se llegan a conseguir mejorías hasta en el 95% de los pacientes.
El tratamiento quirúrgico del linfedema busca mejorar la sintomatología que causa esta enfermedad. Actualmente, dependiendo del estadio en el que se encuentre el linfedema, se pueden plantear diversas opciones quirúrgicas:
- Liposucción. Se puede realizar para disminuir volumen y mejorar la sensación de pesadez, tanto como tratamiento aislado como en combinación con otros de los tratamientos.
- Anastomosos linfáticovenosas. Consiste en derivar la circulación del sistema linfático que está obstruido a las venas del sistema circulatorio superficial que no se encuentran obstruidas. Puede requerir el uso de cámaras de infrarrojas o verde de indocianina y el uso de microscopio de aumento.
- Trasplante de ganglios linfáticos. Mediante esta técnica, como su nombre indica, trasplantamos ganglios linfáticos de una zona del cuerpo (donde sean prescindibles) a la zona donde han sido extirpados. Por ejemplo, en el cáncer de mama con el colgajo abdominal (DIEP) se pueden trasplantar ganglios en el mismo colgajo para mejorar el drenaje linfático del miembro superior.
Preguntas freqüentes del Linfedema
-
El objetivo del tratamiento es mejorar la sintomatología del linfedema y, por tanto, mejorar la calidad de vida de los pacientes. Se busca controlar el acúmulo de linfa y poder realizar una vida normal sin limitaciones de la movilidad, mejorando la seguridad y autoestima de nuestros pacientes.
.
-
Depende de la técnica quirúrgica y del grado de linfedema, aunque, generalmente, será necesaria una anestesia general.
-
Se puede realizar en cualquier época del año sin ningún inconveniente.
-
La cirugía del linfedema requiere una valoración global del paciente. Generalmente, según el grado que presente, se optará por un tratamiento u otro. Es fundamental valorar cada caso.
-
Depende de la técnica quirúrgica que se realice. En el caso de la liposucción serán pequeñas incisiones de unos 4 mm; en las anastomosis linfático venosas serán múltiples incisiones de 1-2 centímetros y en la transferencia de ganglios va a depender de la zona donante.
-
El resultado definitivo se puede observar a los seis meses o al año de la intervención. Se debe continuar con las medidas de comprensión y los tratamientos de rehabilitación.
-
Depende de la técnica quirúrgica empleada. Puede ir desde las 48-72 horas a los 15 días en líneas generales.
-
Dependiendo del grado de linfedema se podría plantear como procedimiento ambulatorio o con ingreso hospitalario.
-
Al alta se le darán una serie de recomendaciones médicas para continuar con las medidas que mejoran la retención de linfa y nuevas medidas para un postoperatorio correcto de la cirugía.
Linfedema
En qué consiste el Linfedema
El linfedema es una alteración del sistema linfático congénita o adquirida que dificulta el drenaje de linfa y, por lo tanto, provoca una acumulación de la misma en los tejidos blandos del cuerpo (generalmente extremidades) con la hinchazón correspondiente. Se puede presentar de varias formas clínicas o estadios evolutivos y afectar a regiones diferentes del cuerpo.
El linfedema puede ser primario (congénito) o secundario (adquirido). El linfedema primario suele ser debido a una alteración en las vías de drenaje del mismo, su función no es la correcta o el número es menor del habitual, y se puede expresar desde la infancia o adolescencia o, incluso, más adelante de manera paulatina. El linfedema secundario suele ser debido a alteraciones en las vías de drenaje linfático adquiridas, bien sean de causa infecciosa, tumoral, traumática, radioterapia (esclerosis de los ganglios linfáticos) u operaciones quirúrgicas. Dentro de las operaciones quirúrgicas cualquier extirpación de ganglios a nivel axilar, pelvis-ingle o cuello puede favorecer la interrupción de las vías linfáticas con el acúmulo de linfa.
A nivel clínico el linfedema se puede presentar de varias formas y afectar a varias regiones del cuerpo. Las formas de presentación más habituales suelen ser la piel más tensa o turgente blanquecina, edema blando que deja fóvea al tacto, aumento de volumen paulatino con sensación de pesadez, alteraciones en la piel y en la circulación sanguínea, asimetrías con respecto a la otra parte del cuerpo o alteraciones en la movilidad en los casos más graves.
El tratamiento requiere una valoración conjunta de varios equipos médicos. Se debe empezar por una buena rehabilitación hasta plantearse realizar las cirugías del linfedema en los casos indicados. Con los tratamientos adecuados se llegan a conseguir mejorías hasta en el 95% de los pacientes.
El tratamiento quirúrgico del linfedema busca mejorar la sintomatología que causa esta enfermedad. Actualmente, dependiendo del estadio en el que se encuentre el linfedema, se pueden plantear diversas opciones quirúrgicas:
- Liposucción. Se puede realizar para disminuir volumen y mejorar la sensación de pesadez, tanto como tratamiento aislado como en combinación con otros de los tratamientos.
- Anastomosos linfáticovenosas. Consiste en derivar la circulación del sistema linfático que está obstruido a las venas del sistema circulatorio superficial que no se encuentran obstruidas. Puede requerir el uso de cámaras de infrarrojas o verde de indocianina y el uso de microscopio de aumento.
- Trasplante de ganglios linfáticos. Mediante esta técnica, como su nombre indica, trasplantamos ganglios linfáticos de una zona del cuerpo (donde sean prescindibles) a la zona donde han sido extirpados. Por ejemplo, en el cáncer de mama con el colgajo abdominal (DIEP) se pueden trasplantar ganglios en el mismo colgajo para mejorar el drenaje linfático del miembro superior.
Preguntas freqüentes del Linfedema
-
El objetivo del tratamiento es mejorar la sintomatología del linfedema y, por tanto, mejorar la calidad de vida de los pacientes. Se busca controlar el acúmulo de linfa y poder realizar una vida normal sin limitaciones de la movilidad, mejorando la seguridad y autoestima de nuestros pacientes.
.
-
Depende de la técnica quirúrgica y del grado de linfedema, aunque, generalmente, será necesaria una anestesia general.
-
Se puede realizar en cualquier época del año sin ningún inconveniente.
-
La cirugía del linfedema requiere una valoración global del paciente. Generalmente, según el grado que presente, se optará por un tratamiento u otro. Es fundamental valorar cada caso.
-
Depende de la técnica quirúrgica que se realice. En el caso de la liposucción serán pequeñas incisiones de unos 4 mm; en las anastomosis linfático venosas serán múltiples incisiones de 1-2 centímetros y en la transferencia de ganglios va a depender de la zona donante.
-
El resultado definitivo se puede observar a los seis meses o al año de la intervención. Se debe continuar con las medidas de comprensión y los tratamientos de rehabilitación.
-
Depende de la técnica quirúrgica empleada. Puede ir desde las 48-72 horas a los 15 días en líneas generales.
-
Dependiendo del grado de linfedema se podría plantear como procedimiento ambulatorio o con ingreso hospitalario.
-
Al alta se le darán una serie de recomendaciones médicas para continuar con las medidas que mejoran la retención de linfa y nuevas medidas para un postoperatorio correcto de la cirugía.
Nuestros resultados
antes y despúes de la intervención
