La rinoplastia es la operación de cirugía plástica que nos permite modificar la forma o aspecto de la nariz, su tamaño e, incluso, conseguir una mejoría funcional de la misma. Ocupa un lugar central en el rostro, configurando nuestro perfil y siendo una de las principales facciones que se ve (junto con los ojos) cuando miras el rostro de una persona.

Es una de las intervenciones más demandadas, tanto por hombres como por mujeres, entre los 18 y 50 años y, sin duda, una de las operaciones más exigentes y delicadas para los cirujanos. Tenemos que realizar un análisis facial en conjunto para aconsejar al paciente en los cambios y que consiga una nariz más armónica y en consonancia con el resto de su rostro. Por lo tanto, es fundamental la relación médico-paciente para que nosotros entendamos lo que busca el paciente y el paciente entienda lo que nosotros podemos realizar, en este aspecto realizar una simulación en consulta del probable resultado es muy importante.

En la primera consulta con el Doctor Robustillo te presentará el procedimiento y sus detalles, analizará tu caso concreto y establecerá una planificación con aquellos aspectos que desees mejorar de tu nariz. Generalmente, se toman fotografías para analizar detenidamente tu caso concreto, se valorarán todos los pasos a realizar el día de la intervención y se hará una simulación del tipo de nariz más acorde al cambio que nos ha transmitido el paciente. Debemos tener claro que cada paciente busca un resultado, por lo que es esencial escuchar los deseos del paciente. El Doctor Robustillo analizará la forma de tu nariz y te aconsejará acorde a los gustos que nos has transmitido, siempre buscaremos la naturalidad y armonía, tu satisfacción es nuestro objetivo.

Por todo ello, el paciente ideal para una rinoplastia debe de cumplir los siguientes aspectos:

• Tener claros los aspectos que desea cambiar de su nariz y que no le gustan.
• Tener expectativas realistas de lo que podemos conseguir con la intervención.
• Se receptivos con la opinión del cirujano plástico. El especialista analizará los rasgos faciales de cada paciente y aconsejará en los cambios para buscar el objetivo de la naturalidad y armonía.

Si nos centramos en la propia intervención en sí, existen básicamente dos formas de abordaje: cerrado o abierto. Actualmente, la forma de abordaje más común es la abierta realizando una pequeña incisión en la zona de la columela que nos permite visualizar la anatomía del esqueleto óseo y cartilaginoso nasal. Una vez realizada la disección (en un plano subperióstico y subpericóndrico) vamos a realizar los cambios necesarios para conseguir el resultado deseado por nuestros pacientes. En el mismo procedimiento se realizará una mejora estética y, siempre que se pueda, una mejora funcional.

El postoperatorio es bastante indoloro, generalmente los pacientes lo esperan peor. Los primeros tres o cuatro días el paciente notará cierta congestión por el taponamiento nasal, una vez se retira los pacientes notan mayor alivio y puede aparecer algún morado o hinchazón en la zona del párpado inferior. El séptimo o décimo día se retirará la férula y los puntos, y es a partir de este día cuando el paciente puede volver al trabajo. Se recomienda no usar gafas ni realizar deporte durante el primer mes. Si bien es cierto, actualmente, con el uso del piezotomo ultrasónico se ha observado una menor inflamación y hematomas secundarios a la cirugía.

Si tienes cualquier duda, no dudes en ponerte en contacto con el Doctor Robustillo. Estaremos encantados de ayudarte y aportarte nuestra experiencia en rinoplastia.