La cirugía oncoplástica es una forma de cirugía conservadora de la mama en la cual el manejo oncológico y plástico fusionan sus principios quirúrgicos, ¿qué quiere decir esto? Básicamente la cirugía oncológica se encarga de la resección completa del tumor y la cirugía plástica/reparadora adecua la forma y tamaño de la mama resultante para darle una apariencia lo más parecida a la normalidad sin el uso de prótesis o expansores ni colgajos autólogos.

La cirugía oncoplástica requiere una valoración completa y una planificación concienzuda para obtener un resultado satisfactorio, supone ir un paso más allá de la simple resección, busca un resultado lo más simétrico posible y dar forma estética al pecho. Se debe valorar el tamaño del tumor con respecto al tamaño global de la mama, dónde se localiza el tumor, la existencia de asimetrías preexistentes o la propia forma que tiene la mama. En este punto se valorará también realizar una cirugía de simetrización con la mama contralateral (a priori sana) para buscar la excelencia en el resultado.

La cirugía de simetrización es, por tanto, un complemento de la cirugía oncoplástica y, a su vez, una técnica quirúrgica reconstructiva para lograr el objetivo de simetría cuando, debido a una causa tumoral, infecciosa o congénita, una de las mamas ha sido operada.

Existen diferentes procedimientos para lograr conseguir nuestro objetivo de simetría, por lo que es fundamental para tu seguridad y éxito de la intervención realizar una valoración completa de tu caso: comprobar qué tratamientos se han aplicado sobre el pecho (radioterapia, cicatrices existentes, ganglio centinela…), volumen de la mama, forma de la misma, existencia de ptosis mamaria o no, expectativas existentes, etc.

La relación médico paciente es primordial, escuchar los deseos de las pacientes y ser francos acerca de las expectativas es primordial. Sabemos la delicadeza que exige esta situación médica y debemos plantear soluciones.